Hace un año publiqué un artículo titulado “los catolicoperos” . Ahora, y tras haberlo reproducido Juanjo Romero en su blog de infocatólica ha vuelto a tener una cierta repercusión, por lo que he decidido retomar el tema esta vez desde una óptica más desenfadada imaginando lo que ocurriría si alguien intentase confesarse con un sacerdote catolicopero de lo más radical.
- Perdóneme Padre, porque he pecado…
- Vamos a ver, llámame Manolo y tutéame, y lo del pecado seguro que no es para tanto, a fin de cuentas no es más que una forma de hablar.
- Ya, pero es que me parece que como cristiano soy conforme al Magisterio.
- Vaya, eso si que parece grave. ¿en que te basas para pensar eso?
- Pues para empezar tengo un gran cariño por el Santo Padre y lo respeto como vicario de Cristo
- ¿el papa? ¿el jefe de estado de la superpotencia vaticana?… bueno, ¿qué más?
- También me encontré por la calle con el señor obispo y le saludé.
- En eso estate tranquilo, saludar a Paco no es ningún pecado
- Sí… pero yo le besé el anillo
- ¿cómo se te ocurre?… eso es un signo de sumisión del vasallo frente al señor feudal.
- Es que es lo que me enseñó mi abuelita cuando era un niño y no lo puedo evitar.
- ¿algo más?
- Me casé por la Iglesia
- Eso es normal, a la gente le resulta más bonito hacerlo en el templo con canciones que ir al juzgado
- Pero yo lo hice por que mi mujer y yo queríamos que nuestra unión fuese bendecida por Dios, de hecho nos abstuvimos de tener relaciones hasta la boda.
- Claro, eres una víctima de la represión sexual.
- Y un amigo mio divorciado que ahora vive con otra mujer me preguntó si podía comulgar en misa y le dije que no.
- ¡Pues hiciste muy mal!, ¡tú no eres quien para atentar contra la libertad personal de nadie!.
- De vez en cuando también rezo el rosario o alguna oración a la Virgen María…
- No es que sirva para mucho… pero de todas maneras mejor que no utilices expresiones caducas, dí mejor “la madre de Jesús” o simplemente “María”.Y si quieres ser más exacto algo como “María, ejemplo de las mujeres oprimidas”.
- Y creo que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre.
- Bueno, en eso habría mucho que matizar e interpretarlo de forma correcta para evitar malos entendidos y ver a Jesús como el gran líder libertador para la transformación social y política que acabe con las estructuras de clase.
- Es que he estado leyendo los documentos del Vaticano II
- Menos mal… aún queda esperanza
- Pero la verdad es que no he leído nada de lo que usted… de lo que tú dices que dice… de hecho me he sentido engañado, lo siento mucho
- Eso es por que no has descubierto la esencia del mensaje “sosial” y “revolusionario” del mismo, chico, y lo sigues viendo desde una óptica burguesa capitalista.
- Y comencé a leer los poemas que recomendaste de monseñor Casaldáliga…
- Casaldáliga, a secas…
- Pues eso, pero no pude acabarlo, me aburrían mucho…
- ¡Es que no son para divertirse!, ¡son para despertar la conciencia social!
- La verdad es que más que despertarme me dormía. También leí cosas sobre Fidel Castro, Hugo Chávez y todos estos políticos que admiras…
- ¡Qué grandes hombres!… ¡la encarnación del espíritu del pueblo!…
- … pero a mí no me parecieron más que dictadorzuelos bananeros…
- ¿Pero cómo te atreves desgra…? quiero decir, sí que tienes una gran confusión.
- Y aún hay algo peor…
- ¿Algo peor que todo lo que has dicho?… ya me resultaría difícil.
- El aborto me parece una monstruosidad. No entiendo como se puede matar a un ser inocente e indefenso, al propio hijo que se está gestando en el seno de su madre…
- ¡Fascista, más que fascista!, ¡eso es lo que eres!. ¡Nosotras parimos, nosotras decidimos!, ¡saca tus rosarios de nuestros ovarios! ¡viva el derecho reproductivo de la mujer!… ¡tú no tienes remedio! ¡eres un cáncer para la Iglesia, digo, para la asamblea del pueblo de Jesús de Nazaret!, ¡eres un meapilas, un beato, un neocón…!¡ retrógrado, más que retrógrado … ¡vergüenza del pueblo!
- Lo siento mucho… ya dije que soy un gran pecador.
Una jarra de barro 