El texto y el contexto en la interpretación de la Biblia

Sabemos por lingüística que una frase adquiere su significado completo y verdadero según el contexto en el que se encuentre y que fuera de él puede, en muchas ocasiones, ser interpretada de forma incorrecta o contraria a lo que realmente quiere decir.

Así si alguien afirma “no me dejaban dormir en toda la noche, así que me levanté y los maté a todos” no sabemos si se trata de un psicópata asesino que ha matado a los vecinos que celebraban una fiesta o de un señor normal y corriente que ha echado insecticida para acabar con los mosquitos.

Célebre es el cuento de los hermanos Grimm, “El sastrecillo valiente” que inoportunamente proclama haber matado siete de un golpe cuando el reino buscaba alguien para acabar con un terrible gigante, siendo que él se refería a siete moscas.

Por la misma regla de tres un autor puede parecer afirmar una cosa y su contraria en momentos distintos cuando en realidad cada uno de ellos se refiere a unas circunstancias y contextos diferentes.

Si esto puede ser grave en el uso diario del lenguaje, cuánto más lo es cuando nos referimos a citas bíblicas. Por desgracia solemos encontrarnos, especialmente en los hermanos cristianos separados, con personas y congregaciones que hacen de una frase de la Biblia una norma de conducta, incluso casi un dogma, cuando se trata en realidad de interpretaciones erróneas fuera de contexto. Yo siempre digo que si alguien me da una frase bíblica puedo encontrar otra que afirme exactamente lo contrario (probablemente soy un exagerado, pero en muchas ocasiones así sería)

 paso-cebras

Interpretar las Sagradas Escrituras así se convierte en algo peor cuando desde esa misma perspectiva se acusa a los católicos de no cumplir lo que dice la Biblia tal como lo hacen otros. Esto es debido a que la Biblia debe ser interpretada en su conjunto, no en compartimentos estancos, y cada cita, tal como hemos dicho, en el contexto en que se produce.

Escuchamos con frecuencia cosas como “los protestantes no tienen imágenes en sus templos porque lo prohíbe la Biblia”, “los testigos de Jehová rechazan las transfusiones de sangre porque lo prohíbe la Biblia”, “los adventistas guardan el sábado y no el domingo porque es lo que ordena la Biblia”…

Y así mismo debemos entender muchas veces si la cita a la que nos referimos tiene un significado literal o metafórico. Muchos en el pasado llegaron a la amputación de sus propios miembros por interpretar de forma literal una cita como la de “si tu ojo te lleva al pecado, arráncatelo” (Mt 5, 29) cuando es una llamada a la conversión y a apartarse y desechar todo aquello que nos lleve al pecado por mucho que nos guste o doloroso que nos resulte el hacerlo.

Podemos ver, a modo de ejemplo, estas y algunas otras frases y como han sido malinterpretadas:

.-En Deuteronomio 5, 8 y en otras citas similares de la Biblia, leemos “No te harás imágenes: figura alguna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra” y esto ha llevado a muchos a concluir que Dios prohíbe todo tipo de imagen, por lo que no debemos tener ninguna en los templos y lo que hacemos los católicos es por tanto desobedecer la palabra de Dios.

Sin embargo vemos en otros pasajes de la Biblia como es Dios mismo el que ordena hacer imágenes, en Ex 25, 18-20 el Señor ordena a Moisés que decore el arca de la Alianza con dos querubines de oro y en Num 21, 8-9 le dice que construye una serpiente de bronce para sanar a su pueblo de las picaduras de las mismas, lo mismo ocurre en 1 Sam 6, 5 cuando el pueblo hace algo parecido con imágenes de tumores y ratas, las plagas que los han asolado. Salomón, cuando construye el templo de Jerusalén, el que Dios mismo toma como morada, coloca imágenes de ángeles (1 Re 6, 23) y de animales (1 Re 7, 29) en él…

¿Qué diremos pues, que Dios se contradice y cada vez dice una cosa distinta o que hemos interpretado mal las citas bíblicas por sacarlas de su contexto?. Evidentemente la segunda. En realidad Dios no prohíbe las imágenes en sí, lo que prohíbe es la idolatría, adorar dioses falsos y hacerse imágenes de ellos.

De hecho la frase que precede a la prohibición de imágenes en el Éxodo es “no tendrás otros dioses fuera de mí”, esto es, lo que prohíbe la biblia son los ídolos, las imágenes de ídolos. No hay ninguna prohibición en la Biblia que diga que no puedo llevar fotos de mis hijos en la billetera o hacerme una estatua de santa Rita si siento devoción por ella. (Curiosamente los que rechazan el uso de imágenes en el templo no se niegan a hacerse fotografías o llevar las de sus seres queridos cuando la cita en sí no hace ninguna distinción del tipo de imágenes)

.-En Gn 9, 4 y en algunas otras citas similares, leemos “Os abstendréis de comer la carne con su alma, es decir, con su sangre” y de ahí algunos concluyen que Dios prohíbe las transfusiones de sangre… En realidad, y si nos fijamos bien, la prohibición hace referencia a no comer la carne cruda o poco hecha o incluso “al punto” (tostada por fuera y sonrosada por dentro), lo que a todas luces es una norma de tipo higiénico-sanitaria, para evitar enfermedades o contagios.

Pero aún el caso de que supusiéramos que la cita prohíbe tomar sangre, ¿a qué se debería?. Podemos ver cómo se identifica el alma con la sangre. Hoy en día sería absurdo pensar que el alma está en la sangre, con los análisis y la observación al microscopio sabemos que contiene glóbulos rojos, blancos, plaquetas… pero nada que podamos reconocer como el alma inmortal.

Sin embargo, para los conocimientos “científicos” de la época, por simple observación podemos ver que cuando uno se desangra, muere. Por lo que fácilmente se podía deducir que el alma, como principio vital, se encontraba en la sangre, y por tanto no podríamos tomar la del otro puesto que cada alma es única e inmortal, cosa que hoy se comprueba como un sinsentido.

Además Jesús en el evangelio deja claro lo relativo a los preceptos sobre la sangre, así en la parábola de buen samaritano, Lucas 10, 25-37, rechaza la actitud del sacerdote y el levita que “se dirigen a Jerusalén” (se entiende que al templo a presentar ofrendas) y no socorren al hombre malherido para no quedar impuros al entrar en contacto con su sangre y no poder participar así de los rituales judíos, mientras que alaba la actitud del samaritano (que no sigue las prescripciones judías sobre la sangre) porque entiende claramente que por encima de una norma ritual está el deber de socorrer y salvar la vida de un hombre.

En la misma institución de la Eucaristía, Mt 26, 28; Lc 22, 20 y otras Jesús da a beber su propia sangre, cosa que según la interpretación errónea del precepto estaría totalmente prohibido, es decir, los que así piensan acusarían a Jesús de desobedecer la voluntad del Padre.

.- En el libro del Éxodo (16, 23: 20, 8) y otros paralelos se establece la obligación de respetar el sábado y guardarlo como día de descanso y consagrado a Dios y sobre esto se dan toda una serie de normas. Y el mismo libro, en 20, 11 explica el motivo, “porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos, y el séptimo descansó; por eso el Señor bendijo el sábado y lo santificó”

La tradición judía es muy respetuosa con este precepto y algunas congregaciones cristianas optan por mantener esta tradición como mandato específico de Dios y rechazan el paso al domingo.

Jesucristo cargó muchas veces, como en Mt 12, 1-12 y otros, contra la interpretación estricta de esta norma y contra la hipocresía de muchos fariseos que afirmaban respetarla, mientras que se declaraba así mismo como “Señor del sábado” (Mt 12, 8) es decir, superior a él. Pero el “paso” del sábado al domingo viene por el acontecimiento central del cristianismo, la resurrección, la victoria sobre la muerte, ocurrida “el primer día de la semana”, esto es, el domingo. Hay que recordar que el sábado viene de sabath, que significa séptimo. La semana por tanto en realidad no transcurre de lunes a domingo, si no de domingo a sábado (litúrgicamente es así).

Jesús mismo se aparece resucitado el mismo domingo a los discípulos de Emaús (Lc 24, 13) y “parte con ellos el pan”, tal como hizo en la última cena. La Iglesia naciente, con los apóstoles al frente, los que Jesús mismo había elegido para continuar su obra, empieza a reunirse “el primer día de la semana” (Hch 20, 7). Aunque seguían visitando la sinagoga los sábados y predicando en ella como judíos que eran, el hecho específicamente cristiano ya desde el primer día era celebrado el domingo.

Esta nueva costumbre se oficializó civilmente mucho tiempo después, pero tiene su origen, tal como hemos visto, en los hechos de los apóstoles, desde el primer momento de la Iglesia. Por tanto aquellos que consideran que lo correcto sería mantener la tradición judía se situarían por encima de la autoridad de San Pedro, Santiago, San Juan o el propio San Pablo y de lo que con ellos se estableció.

En el otro orden de cosas, sobre el autor que pueda parecer decir una cosa y la contraria dependiendo del contexto en que se expresa, le ocurre hasta el mismo Jesucristo, (ver artículo “Jesucristo no es ningún moñas”).

Así el mismo que dice “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11, 29) es el que látigo en mano echa a los mercaderes del templo (Jn 2, 15) u ordena que “el que no tenga espada, que venda su manto y compre una” (Lc 22, 36).

El mismo que dice “Si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos, honra a tu padre y a tu madre” (Mt 19, 17.19) es el que afirma “Si alguno viene donde mí y no odia a su padre y a su madre, no puede ser discípulo mío” (Lucas 14, 26).

Aquel que afirma “La paz os dejo, os doy mi paz” (Jn 14, 27) o “Os he dicho esto para que gracias a mí tengáis paz” (Jn, 16, 33) es el que dice a sus apóstoles “No penséis que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada. Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra; y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa” (Mt 10. 34-36).

Si alguien se dedicase a interpretar y analizar las frases por separado y sin tener en cuenta su significado metafórico o el contexto en el que fueron dichas, llegaría a la conclusión de que Jesús es un inconstante, en el más leve de los juicios, o que simplemente estaría fuera de sus cabales y  muy lejos de ser el Hijo de Dios.

Sin embargo desde una interpretación global del Evangelio vemos como Jesús es efectivamente manso y humilde, mucho más que cualquier otro pues él mismo “siendo Dios no ha retenido su condición si no que se ha hecho hombre” (Flp 2, 7) pero que la prioridad ante todo es cumplir la voluntad del Padre y la construcción del reino, por lo que no duda actuar con vehemencia cuando lo estima necesario o autoriza a sus apóstoles a defenderse de las persecuciones si así lo creen conveniente.

Él mismo viene a cumplir hasta el extremo la ley de Moisés, que incluye el honrar padre y madre, pero si estos o cualquier otro fuesen un impedimento a la hora de la conversión y de su seguimiento, debe anteponerse la voluntad de Dios, despreciando ya no a las personas en sí, si no a lo que digan o enseñen en sentido contrario. Como el hijo de los ateos que decide bautizarse, por ejemplo, aunque ello suponga romper las relaciones con sus padres.

La voluntad de Jesús es que todos se amen y que en todos reine la paz, pero bien sabe que muchos hombres, en su libertad, rechazarán su mensaje y que en ocasiones se sembrará la división entre creyentes y los que no lo son, hasta en el seno de una misma familia. Desde aspectos cotidianos, como los padres creyentes que coherentemente deciden hacer padrino de su hijo a un amigo creyente frente a un pariente agnóstico provocando una disputa familiar, hasta los cristianos perseguidos en países musulmanes hoy en día.

¿Más ejemplos?… habiendo superado las 2000 palabras, mejor en otra ocasión.

30 comentarios en “El texto y el contexto en la interpretación de la Biblia

  1. Se necesita no ser de ninguna creencia, para dar concepto, por que cada quien defiende lo suyo, y todo se pierde, y donde queda Dios, en puros concepto, lo unico es temer a Dios y guardar sus mandamientos

    • Muchas gracias por tu consejo, Cecilio. Me gustaría en lo que a mí respecta dejar claro que soy católico y aunque hablo a título personal y no represento a nada ni a nadie, sí procuro ser coherente con mi fe. Ahora bien, dejando eso claro permíteme que exponga y explique los conceptos que considere oportunos, eso sí, mi intención en hacerlo siempre con pretensión de verdad, es decir, procurando que lo que digo no sólo sea cierto, sino que pueda explicar por qué lo es, no simplemente «por que yo lo creo así». De todas formas puedo estar equivocado y alguien me puede corregir o puedo expresar una opinión y otro expresar otra diferente.

      • Bendiciones… Yo no soy católico por muchas razones… Pero debo decir q independientemente de mi inclinacion por cierta creencia, admiro tu apertura a reconoces que podemos estar equivocados y q no siempre podríamos estar en la razón…pues nadie es exacto o perfecto sino solo el creador…. Hace mucho deje de debatir y pelear en imponer argumentos pensándo q lo q creo es más sensato que los q opinan diferente…puesto q Jesús y lo q se sabe de El nunca pasó su tiempo en debatir o imponer doctrinas…solo se que yo Era ciego y gracias a Jesús ahora puedo ver.

  2. Saludos. Muy interesante los análisis, tienen sentido, pero hay algo en lo que no estoy de acuerdo y es el hecho de que las imágenes que ustedes tienen, son adoradas y veneradas por los feligreses, cosa que no debe ser así, porque solo Dios se merece tales reverencias.
    Y otras cosas mas por analizar. Me gustaría intercambiar opiniones al respecto. Dios les bendiga.

    • Con mucho gusto te aclaro Arnaldo. Hace ya muchos años que la Iglesia se pronunció al respecto y dejó muy claro que la veneración que profesan los católicos no es a la imagen en sí, sino a lo que representa. Por ejemplo, si una persona admira al Padre Pío y tiene en su casa una imagen suya a la que de vez en cuando le enciende una vela, no es que esté reverenciando a esa figurita que compró en una tienda por unos pocos euros, sino que lo hace como signo de su admiración por lo que hizo y dijo el santo que está representado en ella. En cuanto a lo verbos «adorar» y «venerar» ten mucho cuidado en su uso, porque no son lo mismo, se adora a Dios y sólo a Dios y se venera a la virgen María y a los santos del cielo.

      • Saludos amigo, gracias por contestar a mi comentario. Luego cuando haya tiempo analizaremos los conceptos a los que tú haces mención, de todas formas te ofrezco mi gratitud por tu deferencia.
        Mi propósito es aprender más, lejos de entrar a un revanchismo de criterios doctrinarios, o sea, quiero saber cual es el punto de vista de ustedes los católicos con respecto a muchas interrogantes que se formulan en la vida cotidiana, si es fundamentada en la Palabra de Dios, mucho mejor, al igual que lo haría con un testigo de Jehová o un adventista o un mormón.
        No obstante, comparto plenamente con cada una de las doctrinas todo aquello que esté en la verdad.

  3. Me pareceré muy incoherente que una persona le encienda una vela a una imagen, de un mortal a una persona que ya murió llámese como se llame, y le pide supuestamente a Dios a través de esa imagen. Me parece que ese acto seria espiritismo, pues el espiritismo es tratar de comunicarse con otros seres del mundo espiritual a través de personas muertas.

    No tiene sentido usar una imagen o figura de una persona mortal que murió y que no escucha por cuanto murió y pretender que esa persona muerta abogue por alguien me parece absurdo, pues la Biblia dice que el único que intercede por nosotros ante Dios es Cristo y eL Espírtu Santo. No hay ni un solo texto Bíblico que diga que un hombre muerto lo puede hacer.

    Romanos 8,26. (RVR1960)
    26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

    Romanos 8,34
    34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

    • Con mucho gusto le aclaro, Juan Pablo.
      En primer lugar confunde usted la representación con el representado, la vela no se le enciende a la imagen, sino a la persona que lo representa. Eso no tiene nada que ver con el espiritismo, que es contrario a Dios. Los santos del cielo no son espíritus, tampoco son muertos, son hombres que están en la presencia del Señor alabándolo. (Ap 7,9-10)

      La mediación de Cristo, como bien recuerda, no es contradictoria con la intercesión de los Santos. Si alguien le pide a usted que rece por él seguro que usted lo hará, ¿verdad? y eso no significa que usted esté ocupando el lugar de Cristo, sino que lleve ante Cristo la petición, como las copas llenas de las oraciones de los santos que presentan los 24 ancianos al cordero (Apocalipsis 5,8) y como bien le recuerda San Pablo (1ª Tim 2,1). De la misma manera que Jesucristo trasmite su poder a su Iglesia, no es que el poder lo tenga la Iglesia, el poder lo tiene Cristo, pero pide a la Iglesia que lo administre, tanto en el perdón de los pecados (Juan 20,23) como en la dirección pastoral (Juan 21,15).

    • Gracias, por tu comentario, a mi me esta costando entender, pero al final me doy cuenta, que soy yo, únicamente yo la que tengo que cambiar mi interior, y no juzgar. No puedo objetar al hermano que busca a Jesús, dado a nuestras personalidades, y formas de pensar, solo Dios nos conoce y sabe como nos lleva, trabajar en la limpieza de corazón.

      (Lc. 6.37-38,41-42)
      7 No juzguéis, para que no seáis juzgados.

      2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
      Marcos 9:38 y 39
      Contexto
      Recompensas y advertencias
      38 Juan le dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía. 39 Pero Jesús dijo: No se lo impidáis, porque no hay nadie que haga un milagro en mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de mí. 40 Pues el que no está contra nosotros, por nosotros está.

      • Que arrogante y grosera su respuesta. El comentario de Victor es claro, usted interpreta la biblia con la lógica católica. Así de simple.

        • Supongo que lo suyo es un intento de corregirme fraternalmente y se lo agradezco, pero le pediría que al hacerlo no me acuse sin más y me explique cuál es mi error. Yo no soy ningún «intérprete» y la expresión «intérprete de lo mismo» no tiene ningún sentido, y eso es lo que he dicho. La frase del hermano al igual que la suya evidencia no una búsqueda de la Verdad, sino un simple ataque hacia mi persona, y lo siento mucho.
          La próxima vez les rogaría a ustedes como a cualesquiera que en lugar de atacarme en lo personal me digan «pues yo creo que usted está equivocado por esto y por lo otro» con argumentos. Lo que pasa de ahí no viene del Espíritu.

  4. En Num 21, 8-9 le dice que construye una serpiente de bronce para sanar a su pueblo de las picaduras de las mismas, ¿usted sugiere que el pueblo de Israel aun usa una serpiente de Bronce?. ¿dónde en la Biblia se ordena o sugiere hacer estatuas de santos como la Iglesia católica aún construye y usa?. ¿O dónde el apóstol Pablo, o Jesús nos manda a celebrar su cumpleaños?. Por razón de espacio no enumeraré todas las costumbres paganas que la Iglesia Católica ha mantenido por tantos siglos. Nosotros no somos sus hermanos cristianos separados, somos cristianos, seguidores de Cristo. No tenemos correedentora. Que blasfemia.

    • Ya decían los griegos hay preguntas que no buscan otra cosa que condicionar la respuesta, y me temo que las suyas son de este tipo. No podemos rechazar todo aquello que no aparece como tal en la Biblia por la sencilla razón de que no todo aparece en la Biblia.

      Siguiendo esa lógica podríamos preguntar desde dónde dice la Biblia que tomar drogas es malo hasta dónde dice que podemos conducir automóviles… no, no es ese el tema. La cuestión es que los protestantes suelen afirmar que hacer imágenes es inmoral porque la Biblia lo prohíbe, y creo que está demostrado ya que eso no es cierto, que lo que prohíbe es la idolatría, no el uso de imágenes en sí.

      ¿Recuerdo los argumentos? Brevemente, si tomamos la prohibición literalmente no podríamos hacer ninguna imagen, ni la de su foto de su perfil y tampoco se entendería que Dios mandase hacer lo que el mismo prohíbe (la serpiente de bronce, los querubines del Arca, los adornos del Templo de Jerusalén…).

      Por eso podemos darle la vuelta a sus preguntas, ya que supongo que para usted eso es lo lógico… ¿Dónde dice la Biblia que no podemos recordar en fechas concretas los grandes acontecimientos de la historia de la Salvación? ¿Donde prohíbe la Biblia tener una estampa de la madre de Jesús o de algún santo?

      Lo siento, si usted considera que no es lícito utilizar imágenes es una postura muy respetable, no lo haga, no está obligado a ello, pero de la misma manera deje a los que sí lo hacen porque tampoco está prohibido… se lo digo de hermano cristiano a hermano cristiano, de uno que sigue desde el principio a otro que se separó en el s.XVI.

    • Dices muy bien, hay que creer lo que dice la Biblia porque lo que dice la Biblia es cierto para nuestra salvación. Pero por eso es necesario saber qué dice la Biblia realmente para poder creerlo, porque en ocasiones, y de eso trata el artículo, hay algunos que toman una frase de la Biblia fuera de su contexto y afirman cosas que son contrarias a lo que realmente está diciendo la Biblia.

  5. Una consulta ¿para que la iglesia católica utiliza imágenes?
    venerar: transitivo
    ≡idolatrar, ≡adorar, ≡reverenciar, ≡honrar, ≡respetar, ≡acatar. ≠despreciar, ≠deshonrar.
    Idolatrar, adorar y reverenciar se utilizan si se muestra devoción o culto, como por ejemplo hacia los santos, hacia las cosas sagradas, etc.; honrar, respetar y acatar se utilizan si se muestra obediencia o respeto, como por ejemplo hacia los padres, hacia un maestro, etc.

    Creo que usted es católico iluminatti que no entiende nada y busca lo que no existe en la palabra.

    Mil disculpas.

    • No sé si darte las gracias, empiezas haciendo un pregunta y se supone que cuando uno pregunta es que tiene interés por la respuesta pero al mismo tiempo me haces una especie de relación de sinónimos y antónimos con la que nadie entendería dónde quieres ir a parar y finalmente concluyes diciendo que no entiendo nada. Es evidente que tu intención no es correcta ni decente, pero aún así no tengo ningún problema en responderte.

      La Iglesia utiliza las imágenes como tú y el resto del mundo, ¿qué es una imagen? Una representación gráfica que nos remite a una realidad. Tú tienes fotos de tus hijos, las llevas contigo, les pones un marco de plata sobre un sitio central de la casa, les tienes cariño y hasta le das un beso… pero eso no significa que para ti lo importante sea una cartulina de colorines, sino aquellas personas que están representadas en ella, las fotos de tus hijos te remiten a tus propios hijos, es a ellos a los que realmente quieres.

      Las imágenes en los templos tienen ese mismo valor, nos remiten a lo que está representado. Una imagen de San Lorenzo nos remite a una persona que prefirió morir asado en una parrilla antes que renunciar a su fe. Una imagen de Cristo en la cruz nos hace presente el amor que nos tuvo que murió por nuestra redención… pero lo importante nos es la imagen en sí, sino lo que representa. Naturalmente como lo que representa es valioso procuraremos tratarlo con respeto, procurando que esté limpio, bien iluminado, en un sitio preferente… no de cualquier manera.

      En la Europa de los siglos X al XVI, por ejemplo, la Iglesia era la única institución que encargaba obras de arte… ¿por qué? Pues por la sencilla razón de que la gran mayoría de la población no sabía leer ni escribir pero viendo las imágenes de los templos podía recordar pasajes de la Biblia, vidas de santos, etc. Tenían una función didáctica.

      Es lo mismo que aparece en las Sagradas Escrituras, cuando Dios prohíbe las imágenes de lo que hay en el cielo, la tierra o las aguas no te está prohibiendo que lleves una foto de tus hijos o una estampita de San Lorenzo, está prohibiendo la idolatría y en especial la de los dioses de Egipto que habían conocido que se representaban por lo general con cuerpo de hombre y cabeza de animal. Por eso Dios mismo luego ordena hacer imágenes, los querubines del Arca, la serpiente de bronce de Moisés, los dibujos del tempo de Salomón… porque no prohíbe las imágenes en sí, sino adorarlas, prohíbe la idolatría. Por eso Jesús jamás condena ni menciona las imágenes del Templo de Jerusalén al que visita en varias ocasiones, por ejemplo.

      Por eso debemos ser cuidadosos a la hora de manejar términos: La idolatría supone la adoración de dioses falsos. Adorar es dar al otro la categoría de Dios, por eso solo debemos adorar a Dios, la veneración es el respeto, admiración y cariño por las personas que nos han dado un ejemplo de virtud y/o de fe, por eso veneramos a la Virgen María y a los santos, son términos distintos. Por eso cuando un protestante dice eso de «los católicos son idólatras porque adoran imágenes» lo único que demuestra es su ignorancia, por que las imágenes nos remiten a los santos a los que veneramos o a Dios mismo al que adoramos, pero no veneramos ni adoramos las imágenes sino lo que representan.

      PD: Decir que alguien es un «católico iluminati» es un sinsentido, es como decir «un gigante muy pequeño» o «una oscuridad muy luminosa». Me temo que no sabes qué significan esas palabras.

  6. (Lc. 6.37-38,41-42)
    7 No juzguéis, para que no seáis juzgados.

    2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
    Marcos 9:38 y 39
    Contexto
    Recompensas y advertencias
    38 Juan le dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía. 39 Pero Jesús dijo: No se lo impidáis, porque no hay nadie que haga un milagro en mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de mí. 40 Pues el que no está contra nosotros, por nosotros está.

    En oración, por el amor al hermano.

  7. Eso de las fotos familiares las llevamos por doquier por ética, pero nunca son recordadas como tal. Las imágenes católicas hasta las decretaron en su canon y no puede adorar a Dios sin ellas.
    Es evidente la idolatría, donde hay multitudes ahí hay un ídolo, hasta los grandes club de fútbol y otros tienen ídolos. Cuando Jesús invitó a aquellos hombres a que le acompañarán a orar allá en Getsemani lo dejaron sólo, ¿por qué? porque no había reliquias y como dijo el apóstol Pablo: el justo por la Fe vivirá, el hombre sólo necesita a Cristo… ¿o que me dicen del pueblo de Israel cuando ya no vieron a Moisés? Hicieron una reliquia ¿verdad?, así que de ahí ha nacido la Iglesia universal (Católica) porque Moisés separó a esa gente universal del verdadero pueblo de Dios, ahora quienes son los separados hasta hoy en día, ya superen eso de imágenes y dejen de contexto que solamente son pretextos.

    • Gracias por tus comentarios Alex, pero si me lo permites quisiera comentarte y corregirte algunas cosas.
      .-No es cierto que los católicos no pueden adorar a Dios sin las imágenes, pueden ayudarse de imágenes para hacer adoración pero pueden hacerlo sin ellas también.
      .- Aquellos que dicen que la Biblia prohíbe las imágenes no deberían llevar ninguna, ni siquiera fotos de sus familiares, porque el texto dice «no te harás imagen alguna», no distingue entre unas imágenes sí y otras no.
      .- No confundas «imagen» y «reliquia». Una reliquia es un objeto o una parte de una santo u objeto o lugar sagrado.
      .- La Iglesia nace con Cristo, Moisés es muy anterior a Él.
      .- Si la Iglesia que fundó Cristo es una y hubo hermanos que se marcharon de ella 16 siglos después los separados son esos, no los que se quedaron.
      .- Está claro que hay que superar de una vez la creencia de que la Biblia o Dios mismo prohíbe el uso de imágenes. Dios no prohibe una cosa y manda hacerla al mismo tiempo, Dios no puede prohibir hacer imágenes y luego ordenar hacer imágenes… está claro que hay que interpretar cada cosa en su contexto, no como pretexto para nada, sino para saber loq ue realmente ha querido decir.

  8. Todo está excelente la enseñanza del texto dentro de su contexto, pero se le olvidó explicar que a veces tan sólo por el contexto se puede determinar si una expresión se debe tomar al pie de la letra o en sentido figurado.

  9. Lo peor que escuchado en toda mi vida acerca del contexto, cómo puede una persona que según dice ha estudiado exhaustivamente torcer tanto la interpretación de la Biblia

    • Gracias por haber visitado el blog. Sólo un favor te pido, si ves algo que no te parece correcto o crees que se trata de un error, puedes comentarlo con total libertad diciendo por qué lo crees así. Pero si simplemente me acusas de torcer la interpretación de la Biblia sin explicar por qué y sin decir a qué te refieres, eso no es más que una ofensa sin fundamento y eso no viene de Cristo.

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